La forma de amuletos tutelares, varía de acuerdo a los creadores y sus lugares de origen. Muy buscados aquellos realizados por artesanos y chamanes del Bután, Tíbet, Qinghai y el área del Mustang en Nepal. Las leyendas de los pueblos antiguos no son suficientes para satisfacer la obsesión de arqueólogos, antropólogos y estudiosos occidentales que siempre han estado trabajando para averiguar cuánto hay de cierto en esta historia y cómo se ha originado este mito transmitido de generación en generación durante muchos siglos. Los clásicos de Hung-Chang Shih apoyan la teoria del tesoro del Rey persa, traído a casa de los guerreros tibetanos que ganaron una impresionante serie de guerras. La creencia popular ha mitificado los maravillosos objetos, la gente en las aldeas rurales manifiestan a través de la fe, su significado sagrado. L ‘energía latente en los elementos unidos y colores brillantes le donan el vigor y la vitalidad de aquellos quienes por convicción interior, basán su seguridad sobre la buena fortuna de un pequeño amuleto, en territorios difíciles, que se rigen por los elementos, lugares en los que la supervivencia humana se pone a dura prueba.
«El sentimiento más hermoso que puede probar es el sentido del misterio. Este es la fuente de todo arte verdadero y toda la ciencia. El que nunca ha experimentado esta emoción, no posee el don de la maravilla , el éxtasis e la admiraciòn, por lo que sería igual a estar l muerto. Sus ojos se han quedado cerrados « Albert Einstein